top of page
  • Foto del escritorSofi

"Soy feliz con su odio o sin su odio"

Camila Furrer tiene 19 años y es oriunda de Marcos Juárez. Estudia periodismo en Córdoba y nos cuenta su experiencia en cuanto a su orientación sexual.


En el siglo XXI la diversidad sexual es un tema que llega a todxs. La visibilidad importa, demuestra que están aquí, que existen otras realidades diferentes a las institucionalizadas. Y estas realidades no deben desaparecer para cumplir con los caprichos de personas que no las comparten. Educación, empatía y amor es el lema de una lucha en transcurso y una nueva bandera bandera que debe izarse: LGBTQA+.

Sin dudas llegó para instaurar al mundo y enseñarle que el amor no daña, pero el odio sí.


-¿Cuál es tu orientación sexual?

-Mi orientación sexual es lesbiana; atracción de mujer hacia otra mujer.


-¿Tuviste que ocultarla en alguna ocasión o momento de tu vida?

-Creo que “ocultarla” no. Hubo un tiempo en que no lo decía pero no por miedo sino más bien porque quería estar segura de eso pero cuando supe cuál era mi orientación lo dije sin problemas. Quizás la pude haber ocultado más para mí misma bastante tiempo de mi vida porque me parece que lo más difícil es aceptarse a sí mismo pero con los demás no.


-¿Cómo fue tu proceso y la reacción de tu entorno cercano?

-Desde chica he tenido actitudes o comportamientos que hoy en día me doy cuenta a qué se debían, eso me ha ayudado mucho a darme cuenta de mi orientación sexual y estar segura y aceptarme en el momento que tuve que hacerlo. Pero en ese momento, imagínate 10 años atrás, no sabía siquiera que existía la posibilidad de que una mujer sienta atracción por otra o viceversa, no era algo que tus viejos te enseñen o te muestren que existe, por ende, fue mucho más adelante cuando empecé a dudarlo; a mis 16 años, aproximadamente, y ahí comencé a recordar esos comportamientos antiguos y todo quedó cerrado.

Específicamente empecé a dudar de mi orientación cuando una amiga se me insinuaba siempre que tenía la oportunidad; hubo un momento en que me di cuenta que empezaba a sentir algo más, que no me estaba divirtiendo y nada más, me generaba algo más fuerte y lo supuse. Al poco tiempo de aquello conocí a alguien que tenía las mismas dudas y/o intenciones que yo, probamos y quedó todo claro. Empezamos a salir y hasta el día de hoy es mi novia; esto fue en el 2018. Con ella al lado fue mucho más fácil, me sentía acompañada y entendida. Al empezar a salir con ella y después de tanto tiempo pasándola mal y no sintiéndome cómoda, sin entender por que, (con hombres, teniendo relaciones sexuales, no encontrándome en el ambiente en el que me movía) ya no me importaba el “qué dirán”; me sentía muy bien conmigo misma y no me importaba nada más. Solo hubo un momento en específico en el que “salí del closet”, que fue con mi mamá, lo demás se fue dando, no tuve que dar muchas explicaciones nunca. Inclusive mi mamá ya se había dado cuenta pero tuve que confirmárselo yo, obvio. En el momento en que se lo dije sentí un peso enorme menos, lloré mucho, no sé por que, por miedo quizás pero me sentí liberada. Después ella fue la encargada de ir comunicándoles a mis demás familiares, nunca tuve una charla con todos sobre este tema. Ellos lo fueron llevando solos y aceptando. Con mis amigas no recuerdo como fue el momento exacto, pero tampoco hubo una charla en donde les dije “soy lesbiana” o les di alguna explicación, ni nada por el estilo. Al estar saliendo con alguien fue todo más fácil, fue solo decirles “estoy con tal chica” y ya; recuerdo que a las primeras que les conté se emocionaron y me felicitaron, estaban felices y emocionadas por mí. Me dio felicidad a mí también, demasiada. Pero como dije antes, me sentía tan bien conmigo misma habiendo aceptado mi orientación, me sentía tan “yo”, tan libre y cómoda, que no me importaba nada más. Aunque seguramente no hubiese sido lo mismo si mi entorno no hubiese reaccionado como lo hizo, claro está. Lo hubiera sufrido mucho y vaya a saber qué hubiera pasado.

Podría decir que al principio fue un poco difícil, creo; si lo comparo a como lo llevamos hoy en día me doy cuenta que no fue tan bien “aceptado” pero estuvo bien para ese entonces. Es entendible, también, que no es fácil para un padre que viene de otra época aceptar que su hija sale con otras chicas, siempre intenté e intento ponerme en su lugar, como ellos en el mío. Aun así, de parte de mi entorno más cercano, amigos y familia, nunca recibí un mal comentario, ni rechazo, ni nada parecido. Creo que mis viejos se lo guardaban muy para ellos pero inconscientemente, alguna que otra vez, expresaban un cierto “descontento” con todo esto; con el pasar del tiempo, ellos solos, lo fueron asimilando y aceptando. Es más, hoy en día mi mamá se ríe de las fotos que tengo con “chongos” de mi época heterosexual y me dice que no pego ni pegué nunca con hombres, que queda muy mal jajajaja. Ellos están muy felices de verme feliz, luchando, manteniendo y defendiendo mi postura, ideales y gustos.


-Fuera de tu familia ¿en qué momento decidiste hacerlo público?

-No hubo un momento en que decidí hacerlo público, o podría ser cuando publiqué la primera foto con mi novia en el 2018 en instagram y todos lo terminaron confirmando; viviendo en una ciudad chica los rumores corren rápido, la gente ya sabía que yo estaba saliendo con una mujer y lo habrán terminado de confirmar con esa publicación. La decidí publicar cuando estaba segura de ello, no lo pensé mucho tampoco. Estaba en mi mejor momento, me sentía demasiado bien y feliz y mi entorno ya lo sabía y lo aceptaban. Lo último que me importaba en ese entonces era la opinión de los demás. Y sinceramente no sé qué habrán pensado los demás. Pero nunca recibí un mal comentario, quizás alguna que otra mirada al principio pero nada más; algo que me esperaba.


-¿Viviste alguna vez situaciones de insultos, bromas, comentarios, agresiones?

-Un par de veces he vivido pero no fueron muchas. Algo mínimo que recuerdo y podría contarte es cuando me mudé a Córdoba a estudiar y comencé a salir con una mujer de allá; una vez salimos de la mano por el centro a comprar y pasó un taxista y empezó a gritar e insultar que nos soltemos las manos, que éramos unas tortilleras asquerosas y alguna que otra burrada más pero no le di mucha importancia, me dio algo de risa. Aunque ahora que lo pienso bien, después de eso, no me dieron más ganas de agarrarme de la mano con ninguna otra. Así que, al fin y al cabo, todo afecta y ni nos damos cuenta.

Otra situación de discriminación que viví y fue, sinceramente, la única que sentí que me dolió, ocurrió el año pasado, año 2019, en una graduación. Después de 18 años, salí de joda y me sentí completamente cómoda y orgullosa conmigo misma. Después de tanto tiempo había podido ir a un local de indumentaria de hombre, al cual me costó entrar, y medirme ropa que me siente bien. Para esa ocasión había comprado una camisa, jeans negros y unos tiradores y decidí ir así. Esa noche el primer comentario empezó con unos nenes de unos 10 años de edad, que entre risas “burlonas” me decían, “¿por qué te vestís así? Vos sos un varón, sino (si fueses mujer), estarías usando vestido”. Fue un comentario que se repitió incansables veces y terminó afectándome, por más pavo que sea; y nada que dé más gracia que lo horrible y agresivos que educan esos padres a sus hijos. Aun así eso no pasó a mayores, fingí reírme con los nenes, al fin y al cabo son pequeños e inocentes y, supongo y quiero creer, que ya aprenderán. La noche siguió y el comentario que más esperaba, dicho y hecho, ocurrió; de algunos ex “compañeros”. Entre risas y gestos se burlaron, como era de esperarse. Los conocía y no esperaba menos de ellos; homofóbicos, egoístas e ignorantes.


-¿En qué ámbitos sentías o sentís más discriminación, incomodidad, o falta de empatía y cómo lo manejas o manejabas?

-Sinceramente me muevo en un ámbito y ambiente bastante lindo, si me moviese en un ambiente de discriminación me correría de ese lugar; creo que así lo manejo, donde hay discriminación y rechazo no me acerco, no es lugar para mí. No voy a desarrollarme donde sé que puedo pasar un mal momento.

Pero si tuviese que decirte el ámbito donde sentí más discriminación fue en el ámbito social, en el colegio. Me parece que desde ese lugar se da una educación muy cerrada y retrógrada; por lo menos cuando yo estaba ahí. Y no hay muchas formas de manejarlo, solo ignorarlo. No voy a darles una clase de educación, no me corresponde, no son mis hijos y una lástima por ellos tener un pensamiento tan cerrado y oscuro, van a ir errados por la vida hasta la muerte y, a la larga, se van a perjudicar solos. Yo mantengo una seguridad, autoestima y confianza en mí misma que no permite que esas personas arruinen mi vida. Soy feliz, con su odio o sin su odio.


-¿Qué factores te ayudaron a empoderarte en cuanto a la reivindicación de tu orientación social en sociedad? En caso de tener pareja, ¿te ayudó a hacerlo? o, ¿qué otros apoyos tuviste?

-En el instante en que estuve con una mujer me di cuenta que ese era mi lugar, que ahí me sentía cómoda, feliz y segura. Lo que me generó me dio tal seguridad que no necesite más nada que a mí misma; y después el apoyo que tuve de mi entorno. Como ya te dije antes, hacía tiempo que venía pasándola mal y no encontrándome en ningún lado y cuando pasó lo que pasó, encontré mi lugar. Me sentí segura y cómoda después de MUCHO tiempo, solo eso necesitaba; la confianza y la seguridad en mí misma. Sumado, obviamente, a que tenía mucho apoyo y aceptación de mi familia y amigos; además salí del closet cuando empecé a estar con mi pareja, eso también fue una gran compañía. Ambas salíamos del closet, nos apoyábamos mucho, nos entendíamos, nos acompañamos y nos amábamos. Fue un gran sostén en ese entonces y, sin duda alguna, me ayudó a reivindicar mi orientación.


-¿Cuál es tu opinión sobre la homofobia?

-Sinceramente no sé cómo empezar esta respuesta, ni por dónde. Hay mucho para decir y tan poco al mismo tiempo. Es una locura pensar que en pleno siglo XXI existan personas preocupadas por este tema, que no tiene que ver más que con la forma que cada uno decide vivir su existencia. No puedo siquiera imaginarme que pasa por la cabeza de esas personas y que es lo que tanto les molesta o les impide vivir en paz y necesitan discriminar, agredir y lastimar a los demás.

Creo que la ignorancia es atrevida, que si analizamos sin empatizar, sin conocer salvo nuestra realidad es probable que nos equivoquemos; si todo lo que no entendemos, lo que no sabemos interpretar, lo que nos es ajeno lo demonizamos, tenemos un grave problema de desconexión con la realidad.

La base de la discriminación y el odio a todo lo que se da fuera de lo convencional o la normal es la ignorancia. Por eso me parece que la cura es la educación.


-¿Cómo ves el cambio social hacia la aceptación del colectivo LGBTQA+?

-Me parece que el colectivo LGBTi ha logrado demasiado, sobre todo este último tiempo que tomó más poder y está siendo más escuchado que nunca. Ha levantado la voz de muchos. Aun así queda mucho por luchar y hacer, la homofobia sigue existiendo y matando personas.











37 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Comments


bottom of page