Solo alcanzó a jugarse una fecha de la liga y la situación del país no hizo caso omiso a los clubes. Hoy jugadores y dirigentes intentan sostener a las instituciones para que siga habiendo fútbol en la región.
En la Argentina existen 226 ligas regionales o popularmente llamadas como “amateurs”. Todas estas pertenecen al Consejo Federal de Fútbol, que depende directamente de AFA. Desde mayo, el deporte fue paralizado en todo el país y eso no hizo excepción a la Liga Venadense. Allí, participa la mayoría de los clubes de la región del Departamento General López de Santa Fe, en total son 35 los que participan, 16 en primera y 19 en segunda. Del campeonato de este año, solo llegó a jugarse una fecha y luego se decretó la cuarentena por la pandemia de Covid-19. Es hasta el día de hoy que ninguna liga amateur recibe información acerca de qué sucederá con los entrenamientos y si este año habrá o no fútbol. La AFA solo dictaminó que el 10 de agosto vuelven a los entrenamientos de los clubes de primera división AFA y Tigre. Los demás, se encuentran a la expectativa de un comunicado que les permita comenzar a entrenar y jugar, aunque las esperanzas cesan al pasar los días y algunos clubes ya piensan en 2.021.
La Venadense, que solo contó con una fecha disputada, se anuló por común acuerdo entre los clubes a finales de mayo, así lo afirma su presidente, Jorge Bournot. Antes de la suspensión del campeonato, hubo un problema que generaba incertidumbre: los ingresos. Normalmente los clubes de las ligas regionales obtienen recaudaciones por entradas, buffets, apoyos particulares de hinchas, las cuotas societarias, eventos que realizan para recaudar fondos, sponsors o, en algunos casos, mutuales de crédito. Desde que todo se paró “algunos hicieron su aporte (los patrocinadores), sobre todo las empresas que pudieron seguir trabajando y las que no, no pudieron”, explica Juan Ernesto Carpi, presidente de General Belgrano. En algunos clubes la situación se da de esa manera. En otros la situación todavía es más complicada, como lo afirma el presidente de Sportivo María Teresa, Marcelo Pereyra: “El tema sponsors se cortó todo, de ahí no hay ingresos”. “El Tigre”, en estos meses, solo recibió ingresos de polladas que realizan los días domingos. Contaban con un salón de fiestas, en el cual había varios eventos acordados, de los cuales ninguno se pudo hacer. En esa misma línea se encuentra Juventud Unida, este año tenía asegurada la fiesta de promoción de la secundaria de Santa Isabel, la cual dudan que pueda hacerse. El presidente de la “Furia Verde”, Adrián Giaccardi, comenta también que estaban “realizando una rifa que la pudieron hacer crecer y se vendió una gran cantidad de números”, pero tuvo que ser cancelada. “La cuota societaria no mermó para nada”, dice el presidente de Nueva Era, Claudio Belbuzzi. Al igual que el NESC, en el resto de los clubes los socios, en su mayoría, no dejaron de aportar y fue el único ingreso asegurado durante la cuarentena.
“Esto va a ser un antes y un después, marca Pablo Capelli, integrante de la subcomisión de fútbol de San Jorge. El dirigente del “Depo” marca grandes preocupaciones en cómo se sustentarán los clubes de aquí en adelante, después de una cuarentena que para los clubes de fútbol lleva casi 5 meses. “No vamos a poder gastar lo de ahora porque los presupuestos van a cambiar”, dice. La Liga Venadense se ha tornado en los últimos años, dentro de su amateurismo, cada vez más profesional y los dirigentes de los clubes ven complicada la continuidad de ese nivel. Giaccardi, de Juventud, comenta que “el año que viene será muy distinto” y que “va a haber un presupuesto más acotado”. Marcelo Compañs, de Studebaker, afirma que la recaudación de recursos es muy difícil y que “muchos clubes no están en condiciones de poder abrir las canchas” el día que se vuelva a jugar al fútbol. Abrir las puertas para un partido en la Liga, tiene un costo mínimo (sin contar el sueldo de los jugadores) de 20 mil pesos por partido. A esto se refiere el presidente de Sportivo María Teresa, Pereyra: “El fútbol demanda más gastos de los que te pueden solventar”. Además, si para abrir la cancha se tendrían que poner $20.000 va ser “imposible” jugar. Otro factor que influye a la hora de tener que prever presupuestos es la diferencia de categorías y a esto se refiere Belbuzzi, presidente de Nueva Era que milita la segunda división: “Los ingresos varían mucho entre un club de la A y la B, hay diferencias abismales”.
Un torneo corto
Otro capítulo de la historia es la posibilidad de jugar o no un torneo corto. Una gran parte depende de AFA, los clubes podrán comenzar entrenarse el día que la institución más importante del fútbol argentino lo habilite. “Se puede esperar hasta los primeros días de septiembre”, señala Jorge Bournot, presidente de la Liga Venadense, que se refiere a la posibilidad de jugar el torneo. También, comenta que hay unanimidad entre los clubes y la liga, que de disputarse debería ser con público, de otra forma está totalmente descartado. Pero los dirigentes ven lejana la posibilidad de poder jugar este año, según explica Pablo Capelli de San Jorge, se necesitan como mínimo seis semanas de pretemporada y para disputar el torneo hacen falta cuatro meses. En la misma línea lo ve Dionisio Torres, dirigente de Teodelina FBC, que presume que es necesario un mes de preparación para poder jugar. Adrián Giaccardi lo ve “inviable” y señala que las esperanzas de que haya fútbol este año en la liga “se diluyen con el paso del tiempo”. Así, también lo ve el presidente del Azulgrana, Carpi que suma: “Si para agosto no hay respuestas, yo diría que no va a ver torneo corto”. Se barajan tres tipos de forma de disputa de torneo corto en la primera división. Una de esas, es dividir el campeonato en dos zonas, que los primeros (sin confirmar qué posiciones ni cuántos clubes) clasifiquen a la ronda de playoffs y que no haya tercer partido. En lo que respecta a descensos, los dos últimos de cada zona lo harían de forma directa y los penúltimos, jugarían una promoción.
Para disputar el torneo corto, se miran otros factores además del tiempo y la forma. La economía influye de forma importante en ver si se podrá jugar o no. El costo de abrir las canchas es un factor determinante. El presidente Bournot remarca que los clubes deben recibir un apoyo de parte del gobierno para poder volver a jugar al fútbol, de no ser así “va a ser muy difícil”. El presidente de Sportivo Rivadavia, Fabián Picinelli, recuerda que los nuevos protocolos serían muy complicados de cumplir, y solo “con el hecho de tener que hacer un hisopado para cada jugador antes de un partido, quiebra a los clubes”. Teniendo en cuenta que un PCR tiene un costo de alrededor de $5.000, multiplicado por el número de jugadores de un club por partido (16), el presupuesto para realizar hisopados sería de $80.000. Sobre los ingresos para poder realizar el torneo, Marcelo Compañs, de Studebaker analiza: “Las entradas del partido te permiten afrontar los gastos de la apertura de la cancha”.
Una preocupación entre los clubes del ascenso de la liga, es si habrá posibilidades de subir de categoría o no. A esto se refiere la dirigencia de Rivadavia afirmando que si no hay ascensos, no hay motivación para disputar y además, pagarle el sueldo a los jugadores sería insostenible sin un objetivo. A esto también se le suma el reclamo de Belbuzzi, dirigente del NESC: “Un torneo corto nos sirve en lo económico y vamos a participar si se hace, pero para los jugadores va a ser desgastante porque no hay motivación”. El presidente del “rojo” plantea la posibilidad de volver a disputar la competencia que ya se había iniciado y que se dispute desde el momento en que se habilite y se prolongue en el verano. “No podemos echar a perder todo lo que se hizo este año”, dice.
Reuniones entre clubes y un posible subsidio
Desde hace un tiempo, comenzó a circular en las ligas regionales de la provincia la posibilidad de acceder a un subsidio, llamado de “emergencia para clubes amateurs”. Se trata de la posibilidad de que las entidades deportivas accedan a una ayuda de $70.000 y se le suma una tarifa cero en agua y luz que rige desde el 20 de marzo al 31 de mayo, este dinero de estar pago, se les devolverá a los clubes el cien por cien de lo abonado. Este subsidio fue comunicado a los clubes de la Liga Venadense por la misma secretaria de Deportes de Santa Fe, Claudio Giaccone, en una de las reuniones que vienen teniendo los dirigentes de la liga y los clubes. En ese último encuentro, realizado por Zoom, participó Giaccone, un integrante del Consejo Federal de Fútbol y el presidente de la Liga Ceresina. Por lo que cuentan los dirigentes de los clubes, el acceso a la ayuda ha sido simplificada, ya que recibirán el asesoramiento legal necesario para poder ingresar en el subsidio. Aunque, por ahora, según explica Jorge Bournot, solo 7 u 8 clubes están en regla para poder acceder.
Durante estos meses se realizaron otras reuniones por Zoom, netamente informativas. Fueron para conocer en qué situación se encontraban los clubes y qué novedades había de parte de la Liga. Fueron tres según comenta la mayoría de los dirigentes. Picinelli, de Rivadavia señala que “fueron pocas las comunicaciones, pero no había mucho que informar”. También de parte de San Jorge comentan que “fue lo justo y necesario”. En otra de las reuniones participó el Senador Lisandro Enrico del Frente Progresista, que se trató de una toma de conocimiento del estado en que se encuentran los clubes.
El fútbol amateur continúa parado, a la expectativa de una definición de la AFA. Desde la Liga Venadense la postura por ahora es esperar, pero las esperanzas se merman a medida que pasan los días. Consideran el factor salud como algo principal a la hora de definir si se juega o no. Actualmente, el Departamento General López cuenta con 209 casos positivos y 8 localidades que disputan el campeonato afectadas por el virus. “Se tiene que ver qué pasa con la salud antes de jugar”, dice Picinelli de Rivadavia. La realidad es esta y los clubes la comprenden, pero hay ganas de que vuelva el fútbol.
Francisco Quatrin
Commenti