La cuarentena nicoleña

Así como muchos municipios de la provincia de Buenos Aires, la ciudad del Acuerdo tampoco está a salvo del coronavirus. El miedo crece, el aislamiento se alarga, las personas ¿salen?

Foto: descubrisannicolas

Cinco casos confirmados, dieciséis descartados, tres sospechosos y un fallecido. Ciento cuarenta mil habitantes. La ciudad de San Nicolás de los Arroyos es una de las localidades de la provincia de Buenos Aires afectadas por el agente que nos desvela en estos tiempos: el COVID-19.

Los primeros días del aislamiento preventivo y obligatorio que dictó el presidente Alberto Fernández fueron tranquilos en el municipio. Las calles estaban desiertas, cumpliendo a rajatabla con lo pedido por el mandatario. Además, el intendente Manuel Passaglia había cerrado los ingresos a la ciudad, a modo de barrera. Toda persona con domicilio en el lugar podía entrar, no así quienes vinieran de las afueras.

No pasó mucho tiempo y las entradas y salidas fueron abiertas, ya que la planta siderúrgica ubicada en la zona necesitaba seguir produciendo y sus empleados continuaban trabajando, sin protecciones ni garantías ante el virus. También, la ansiedad de los habitantes comenzaba a notarse, sobre todo en la Avenida Savio, donde cada vez se veían más vehículos que las jornadas anteriores.

En mi caso, he salido lo justo y necesario. A hacer compras básicas para la comida, la limpieza o la salud. Sin embargo, no puede decirse lo mismo de muchos nicoleños. Las veredas del centro empezaron a poblarse, algunos queriendo salir a comprar ropa, otros paseando de a dos, tres o hasta cuatro personas. Las calles principales habitadas como días comunes, como si nada pasara o no habría de qué preocuparse. Más de 1500 personas fueron aprehendidas por circular sin justificación. Indignante.

Y como si esto fuera poco, el coronavirus no es lo único que preocupa a la ciudad. Sino que también hay casi 40 casos de dengue confirmados y, aunque quienes saben afirman que con la llegada del frío el riesgo ha bajado, en las periferias de San Nicolás es algo que produce cierto desasosiego por la falta de fumigación.

Para que todo esto pase, tenemos que cuidarnos entre todos. No sirve que algunos nos quedemos adentro mientras otros, exceptuando a quienes sí o sí deben salir, hacen vida normal afuera.

Pero no importa. Total usamos barbijo.