Por Francisco Quatrin
Volvió el fútbol, pero no es el de antes. Los hinchas esperan por la vuelta de un fútbol argentino que le falta mucho por volver.
Unos amigos quedaron en juntarse en la noche en el marco del inicio de un espectáculo. Corren cerca de las 19 y van al supermercado a hacer unas compras. Un sixpack, un salame, un pedazo de queso y algunas cosas más para la picada. Además, compran un vacío de unos dos kilos y una bolsa de carbón. Terminada la compra van hacia una de la casa de los cuatro amigos. Ya casi son las 19:30 y prenden la tele. En ella está la previa, comentaristas dispersados por el campo de juego, la cabina y hasta por fuera del estadio. Hacía muy poco había finalizado la ceremonia inaugural de la Copa. A ellos poco le interesaba el show, querían fútbol. Se sientan alrededor de la mesa, discuten la alineación inicial de su selección y entran en desacuerdos. Hay algunos gritos, pero con argumentos futboleros. “Este no juega ni con la mía”, se escucha que uno grita. Mientras tanto uno corta la picada y señala con el cuchillo y opina. Es la previa del partido inaugural de la Copa América 2020. Argentina - Chile, está por comenzar.
Nada de eso sucedió. Nadie compró asado, nadie compró picada, ni el sixpack. No se juntaron esos cuatro amigos. No hubo discusiones alrededor del fútbol. Todos se encuentran en su casa, quizás con teletrabajo o en clases virtuales. Tal vez, alguno esté leyendo el diario, mirando la tele o haciendo alguna cosa con las manos. A lo sumo el que prende la televisión engancha un partido viejo de la Superliga y se detiene a mirarlo. A las 19 de esa tarde, ninguno salió a comprar nada. Todos tomaban mates en sus casas con su familia o hacía lo que debían en ese momento. Uno encuentra un partido que no decía “Temporada 2017” o alguna más vieja. Ese decía “Vivo”. Era un partido entre equipos extranjeros, poco le interesan. Pero se detiene y lo mira. Es un partido de la Bundesliga de Alemania, involucra a dos equipos menores, casi ni los conocía. En la pantalla se ven tribunas sin público y jugadores y técnicos sentados dispersos por las gradas. No hay cantos, no hay gente, solo 11 contra 11 que se disputan y no pueden festejar abrazados. Enganchó justo el segundo tiempo, y el relator dice: “Se viene el quinto cambio del..” Todo le parece extraño al televidente.
El fútbol volvió a escena pero con nuevas reglas, el amigo se enteraba en ese instante de las novedades. Hacía mucho que no encendía la televisión en un canal deportivo. No escuchaba noticias del fútbol desde hacía mucho. Entonces decide googlear qué está pasando. Se entera que se habilitaron cinco cambios, que hay nueve suplentes y que los entrenadores deben estar con barbijo. Lee sorprendido que se prohibieron los festejos grupales. Le suena un poco extraño, el fútbol es juego de roce y contacto permanente pero no se pueden tocar para festejar. Sigue leyendo y encuentra la noticia que el Barcelona volvía al fútbol ese sábado. Eso, sin dudas, lo motiva un poco más a volver a ver un partido. Ve que la Juventus y Milan se estaban disputando el pase a la final de la Coppa Italia y que más tarde jugarían Nápoli e Inter. Pero todos bajo esos protocolos.
El amigo manda al grupo que volvía el fútbol. Cuenta que por ejemplo, del el 15 al 18 de junio se estaría jugando la fecha 29 de la Liga de España y que el miércoles era la final de la Coppa Italia. Además, el Bayern Munich juega contra el Werder Bremen y si gana es campeón. El último mensaje que envía en esa catarata es: “Que ganas de ver a boquita”. Pero el sabe que el fútbol argentino está lejos de volver y no será el mismo. Se conforma con el español, el italiano y alemán por el momento. Ese amigo quiere más, quiere ver a su equipo en la cancha. Pero lo que más lamenta es no poder haber ido este año a la cancha a ver la selección. Pocas veces se presentaba la oportunidad de ver a Messi y él la iba a aprovechar. Pero nada de eso sucedió. Una pandemia asomó y copó con todo, y el fútbol no se le escapó. Hoy esos amigos descubren, como si fuese la primera vez, al fútbol. Pero el hincha quiere ver a su equipo y quiere ir a la cancha.
Francisco Quatrin
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