top of page
  • Foto del escritorLolo

Crónica de un encierro

Actualizado: 22 abr 2020


El encierro es el nuevo compañero de todos, podría decir mejor amigo pero estaría dando por hecho que a todos nos gusta estar encerrados de esta manera, y creo que es totalmente incierto. Me olvidé de la bocina de un auto, de cómo se sentía ese ruido aturdidor de los colectivos y del susto que implicaba que sucediera cerca tuyo. Me olvidé de caminar respirando aire exterior, posiblemente contaminado, pero aire que no sea el de tu hogar, al fin. Presiento que cuando vuelva a salir voy a tener que volver a acostumbrarme a estar atento, a pensar en qué calles van para el río y en qué calles hay carriles para colectivos y taxis, tendré que volver a coordinar exactamente el cambio de color de los semáforos, tanto peatonales, como automovilísticos, tal cual lo hacía hace un mes. Hoy, a pesar de odiar este encierro y querer salir de mi casa de manera desesperada, creo que es uno de los momentos en que más aprendizajes puedo llevarme en mi vida, el aprender a valorar lo simple, lo cotidiano, ver, por primera vez en mucho tiempo (salvo en los mundiales) al país unido nuevamente, todos por la misma causa, cuidarnos, y cuidar a los demás. Nunca me di cuenta cuán importante era ese mate con mi amigo, esa charla con mis compañeros, y ese asado de cada fin de semana. Ver a Messi cada tres días, ser feliz disfrutándolo, ir a la cancha para llenarte de adrenalina y de ira, eso que tanto necesita nuestro cuerpo, nuestro día a día.

Perdimos tantas cosas, que por momentos sufrís tanto el no poder vivirlas, que te olvidas de por qué no salís hace más de quince días, y eso es súper irónico, algo que me encanta.

Yo por suerte soy de esas personas que hacen lo imposible por no tener un rato libre, será porque pensar demasiado me lastima, no lo sé, eso lo dejo para otro día. Trato de hacer que mi rutina no sea tan repetitiva, a pesar de que mucho más de lo que hago, no puedo hacer. Con mi viejo nos convertimos en ingenieros, bah él lo es, pero subió un nivel más. Arreglamos sillas que teníamos rotas, mesas, hicimos algunos cambios donde está la sagrada parrilla, clavamos un arquito de fútbol, a unos pasos hicimos la cancha de tenis-fútbol, y en la otra pared metimos un aro de básquet. Y ni hablar del proyecto a corto plazo que tenemos de crear un gimnasio con materiales caseros. Todo sea por no sentirnos inútiles mientras no hacemos nada. Y no es una crítica eh, asumo que un montón de personas pueden tomarse esto como un descanso, con todas las precauciones y contras que este momento conlleva, pero como un descanso al fin, y me parece perfecto. Yo no puedo, a pesar de que si tengo mi tiempo para mirar mi serie y jugar a la playstation.

Me levanto en diferentes horarios, la idea es ir cambiando día a día aunque sea complicado, solo para no hacer lo mismo cada día de la semana. Puedo amanecer temprano, desayunar, entrenar, jugar a en mi consola y luego almorzar. En la tarde soy más de mirar la serie y entretenerme con una pelota afuera. La pelota siempre. A la tardecita me gusta matear con mi vieja, no tanto porque está un poco perseguida y cuando se acuerda de que compartir mate es malo, no me ceba más. Si fuera por mí haría esto todos los días, pero la verdad es que a pesar de todo, yo todavía quiero que mi vida tenga color dentro de la oscuridad, y la manera es variar constantemente. Otra rutina podría ser despertarme más tarde y vivir de noche, como muchos lo hacen, pero no soy fan de eso, después me cuesta mucho a la hora de dormir, pero bueno, intento buscar diferentes opciones. Realmente es horrible prender la tele y que todos los canales hablen de lo mismo, entiendo que es el tema primordial y que a todo el mundo le interesa, pero a mi no, necesito salir de esta realidad aunque sea por un rato, despejarme, olvidarme de que estoy cursando desde mi computadora y de que estoy escribiendo una crónica sin mucha historia para contar. Quiero ver a mis compañeros, a mis profesores, y ser yo quien elija cuando si y cuando no, tan simple como eso.

Después de todo, estos días, son mucho más que un encierro para protegernos. Para mí es un mensaje, un aprendizaje. Es aprender a querernos, a valorarnos, es aprender a cuidarnos los unos a los otros, abrazarnos más la próxima vez, porque nunca sabes cuando vas a estar encerrado durante más de un mes nuevamente, o sí, pero la idea es sacar algo positivo, siempre, de todo.




Lorenzo Ameriso





15 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Opmerkingen


bottom of page